LEEN ELLOS LAS HISTORIAS QUE SON TAN MIAS
Pensaban que era yo el faro de Alejandría,
Y que era versado en todo lo que yo sabía.
De corrido y sin tropezar que ya me había,
Leído las mil y una noches en pocos días.
Eran algunos versos insuflados de poesía,
Fue poner en poemas lo que yo ya decía.
Pensar negro sobre blanco lo que sentía,
Llevar este poema buena letra y melodía.
Quiero hoy, querré mañana, y ayer quería.
Usaría los besos como versos en alegoría,
¿Recordaría si los versara a que se parecía?
Que tenía mi carnet de socio en juglaría,
Pero si este es un poeta ¿Quién lo diría?
Leen ellos las historias que son tan mías.
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