UNA HISTORIA MEDIEVAL. PALABRAS Y ESPADAS.

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UNA HISTORIA MEDIEVAL. PALABRAS Y ESPADAS.

El guerrero Gam practicaba fintas, mandobles y estocadas. 

Se mordió el lado inferior derecho de su labio y dijo las palabras como le gustaban al guerrero Gam.

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ME PIDIERON QUE DIGA ALGO

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ME PIDIERON QUE DIGA ALGO

Me pidieron que diga algo, 

Para esto de los versos valgo. 

Ni que fuera ingenioso Hidalgo. 

Que por primera vez salgo. 

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UNA HISTORIA MEDIEVAL. PALABRAS Y ESPADAS.

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UNA HISTORIA MEDIEVAL. PALABRAS Y ESPADAS.

Al abrirse las puertas del templo los sabios vieron a esa persona ensangrentado, susurrando de dolor. Una espada larga le salía de su hombro derecho. 

El más sabio del templo de los sabios, que había estado en lugares donde nadie nunca estuvo, y que podía ver los rasgos y detalles entre ese amasijo de mugre, sudor y sangre, observándolo con agudeza dijo: Parece que es el guerrero Gam.

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ENTRE MIS VERSOS Y SUS BESOS, SIGO.

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ENTRE MIS VERSOS Y SUS BESOS, SIGO.

Si quiere en un pareado se lo digo, 

Entre mis versos y sus besos, sigo.

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NO SON OTRA COSA QUE LICENCIAS POETICAS

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NO SON OTRA COSA QUE LICENCIAS POETICAS 

 

Olvídese de la letra escuche su melodía, 

Si un verso le suena a poesía hermética. 

Intentar poner todo el caos en armonía, 

No son otra cosa que licencias poéticas. 

 

Algo de lo que sé y mucho que no sabía, 

Eso se los puede dejar a la hermenéutica. 

No sé si a esto se lo puede llamar poesía, 

Pero se muestra tal cual es, es auténtica. 

 

Tiene en parte algo de lo que he leído, 

El barullo y las luces de la gran ciudad, 

El reflejo del sol y el murmullo del río. 

 

Viene de todos los lugares donde he ido, 

Trae de los viejos tiempos una novedad, 

Adivina a grandes rasgos que es mío.

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El guerrero Gam apoyó la mano sobre el pomo de su espada y empezó con mandobles, fintas y estocadas. Enfundó.

Se mordió el labio inferior derecho y siguieron las palabras, en versos, sortilegios y hechizos del guerrero Gam.

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Las palabras comenzaron a temblar sobre el papel hasta comenzar a hormiguear como insectos voladores. Lo que sucedió después fue un espectáculo digno de verse. Las palabras salieron volando como un millar de insectos y tiñeron el cielo de un azul añil. 

El guerrero Gam comenzó a mirar sorprendido al hechicero Mut que preparaba una poción mágica. 

El hechicero al darse cuenta de lo ocurrido, sin antes mostrar sorpresa exclamo: 

-Nadie jamás, de forma literal y a no ser qué en metáforas, hizo que las palabras cobrasen vida, y fueran esparcidas al mundo. 

Lo que si hiciste fue borrar el capítulo 2 de mi tratado de magia. Tendré que reescribirlo.

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