UNA HISTORIA MEDIEVAL. PALABRAS Y ESPADAS.
-Me ataron las manos,
me amordazaron- comenzó a decir la maga-.Me prohibieron hablar y gesticular, en
algunos casos, pensando que así podían entorpecer mis poderes mágicos, sin
saber que podía hacer llover de solo pensarlo, sin necesidad de artilugio, ni
conjuros.
Mi sola presencia
hace que corra por la piel una suave gota de rocío.
Los que piensan tiene
razonamientos. Los que sienten tienen intuición, sentidos.
Y eso es lo que el
hechicero Mut vió en vos Gam, tu sola presencia basta, no hace falta que hagas
ni digas nada. Con un movimiento rápido de tus ojos puedes hacer que el viento
se vuelva frenético. Con un vaivén, que el viento venga y vaya, de aquí para
allá. Conmigo aprenderás a espesar el aire o aligerarlo de solo pensarlo,
antojado a tu deseo. No necesitarás ni la espada ni la palabra.
Gam recordó que
gracias a la espada y a la palabra había salvado al pueblo Azulino de la
devastación, y conseguido la carta magna que lo dejaba entrar y salir de uno al
otro confín del mundo, sin preguntar a donde iba ni de dónde venía, de la misma
reina que contaba las historias de Gam el guerrero a sus hijos. El mismo rey
que evocaba sus hazañas y lo emulaba en cada batalla.
Todo gracias a la
espada a la palabra y a que era el guerrero Gam.
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