UNA HISTORIA MEDIEVAL. PALABRAS Y ESPADAS.
Todo empezaba con un
susurro que volvía el leve aire enrarecido, una suave brisa dejaba tus sentidos
enajenados, entrando en un idílico ensueño. Luego escuchabas un silbido que hacía
mover las hojas de un lado para el otro, cedían a sus deseos, su voluntad era la
del viento. Todo se volvía encantador, hasta que en algún momento se volvía
atronador, estremeciéndose todo a tu alrededor, el viento empezaba a ulular en
ráfagas de viento. Las hojas se arremolinaban en una danza frenética en círculos
elevados e interminables. Y de un momento al otro ese viento cesaba, las hojas
caían por su propio peso al suelo, volvían al lugar del que en algún momento habían
sido elevadas y danzaban. Así era entrar en un hechizo del guerrero Gam.
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