UNA HISTORIA MEDIEVAL. PALABRAS Y ESPADAS.
-Sos
el hijo del gran guerrero Tob y de la afamada hechicera Nim- dijo sin más, y así
comenzó una larga y sorprendente confidencia el hechicero Mut-. No es verdad
que te elegí y te enseñe todo lo que sabés por tus habilidades, aunque lo
hubiese hecho de todas maneras, lo noté en el zigzagueo de la espada, y en solo
un par de palabras que eras bueno para el entrenamiento, sino porque reconocí
al instante que eras el hijo de ellos dos y les juré protegerte.
Cuando
entre en la taberna de la posada aquel día algo en el aire me dijo que te
encontrabas ahí, luego te vi sentado a la mesa y lo supe de repente, tenés las
mismas facciones de tu padre, el mismo porte de tu madre. Cuando esos dos brabucones
se acercaron, vi de tu padre sus mismos ademanes en tus movimientos, y cuando
les hablaste la misma voz con la que profiere los hechizos tu madre con la
palabra, y cuando te defendiste de los ataques, la misma velocidad y presteza
de los movimientos de tu padre con la espada.
Del
guerrero Tob y la hechicero Nim no podía salir otra cosa que el guerrero Gam.
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