UNA HISTORIA MEDIEVAL. PALABRAS Y ESPADAS.

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UNA HISTORIA MEDIEVAL. PALABRAS Y ESPADAS.

-A mí me han fascinado las historias que me contaban cuando era niño. Yo también quise ser Harald el vikingo, o Gasum el invencible.
De chico escuché las fábulas encantadoras de mi madre, antes de irme a dormir, hasta que la noche era un susurro y me dormía. De adolescente las escuchaba en los caminos o en las tabernas. Luego me dije: quiero producir la misma fascinación que a mí me produjeron las historias, y me puse a contarlas, a cantarlas, crear canciones, poemas épicos.
¿Qué haríamos sin tus historias Gam?- dijo Tute el cuentista.
Puedo imaginarme una vida sin escribir y cantar canciones, pero no una vida sin contar historias.

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