Podés mentirme como a tontos por ciento,
Pero jamás engañar a la sabia primavera,
Sabe mi labia lo que soy y lo que siento,
Al calor de un invierno que ya no espera.
A veces soy un trovador con alma de niñera:
Con una canción de cuna y con un cuento,
Le enciende al niño la pasión y una hoguera,
Que le hace ver la vida a los cuatro vientos.
Si vez que de madrugada te encuentras sola,
Te invito al café terrace una noche estrellada,
La cara oculta de la luna, de frente y reverso.
Yo puedo mecer tu cuerpo como una ola,
En un poema hacerte de coro y almohada,
En un verso yo te detengo parte del universo.
En un verso yo te detengo parte del universo.
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