El Capitán Vulgaridad conoce al joven poeta y a la manera del Capitán Vulgaridad, para arengarlo a hablar, le preguntó:
-¿Y para que me sirve un poeta en este barco?
-Bueno mi Capitán- dijo el poeta- Yo no entiendo muchas cosas, de navegación menos, no le serviré para muchas otras, pero si le puedo contar un cuento.
El Capitán que intuía la respuesta o esperaba algo revelador de todas maneras, quedo mucho.
-Bien será que guardes tus mejores cuentos para las noches estrelladas o de tormenta- contestó el Capitán Vulgaridad.
-No le fallaré Capitán- dijo el poeta.
El Capitán Vulgaridad conoce al joven poeta.
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