UNA HISTORIA MEDIEVAL. PALABRAS Y ESPADAS

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El guerrero Gam apoyÓ su mano sobre el pomo de la espada, lo que hizo que el forajido se paralizase. Sacó la espada en un instante, el movimiento fue como el de un relámpago, producido por el destello del metal al moverse. El maleante quería correr aunque no podía, embelesado por el espectáculo. El guerrero Gam no atacaría, sabía que con una sola palabra bastaría, sin embargo hizo oscilar la espada con un salto de su mano derecha a su izquierda y vuelta a su mano derecha. Luego un par de molinetes sobre su cabeza para terminar con la espada recta en posición de ataque. Ahí el maleante puedo ver el segundo acto ya como un espectador en primera fila, en un concierto privado. 

Se mordió el labio inferior y algo empezó a murmurar porque le viento empezó a arrastrar las hojas. Visto que el espectáculo con la espada había terminado, pero el de la palabra recién empezaba el maleante salió de su asombro y sin dudarlo comenzó a correr a campo traviesa. El guerrero Gam se calló y volvió a enfundar su espada.

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